la fiesta de la esperanza
New York. “Para nosotros, los irlandeses, la fiesta de San Patricio es una fiesta de esperanza. Desde el primer Desfile de San Patricio, para los inmigrantes irlandeses fue contra la discriminación; es la esperanza de una nueva vida, de lograr el bienestar de la familia, esas fueron las pautas que marcaron y siguen marcando a la celebración”, explicaba el padre James Sullivan a sus feligreses de Queens para invitarlos a que participaran en la efemérides hace algunos años.
La llamada Hambruna de la Papa, ocurrida entre 1845 a 1852 hizo que millones de irlandeses emigraran a otras partes del mundo, entre ellas, el continente americano, llegando principalmente a Boston, Nueva York, Filadelfia y Baltimore. El grupo trajo su religión católica y su fe en San Patricio.
La historia cuenta cómo en 1762—14 años antes de la Independencia de Estados Unidos—cuando se realizó el primer Desfile de San Patricio en la ciudad de Nueva York, los soldados irlandeses lo organizaron como una respuesta a la discriminación de que eran objeto por parte de sus compañeros de regimiento de origen inglés, quienes eran protestantes y los trataban mal por sus creencias religiosas.
Fue una fiesta de música, bailes, comida, tragos y alegría
La tradición no ha cambiado. Cada 17 de marzo, miles de personas desfilan a lo largo de la Quinta Avenida—entre las calles 44 y 79—mostrando un mar verde esmeralda—el color que define a Irlanda—paralizando el tráfico mientras las cámaras enfocan las bandas de guerra y los caballos con moños verdes.
Como si fuera navidad, muchas personas se ponen trajes, gorras y sombreros verdes. Las oficinas se adornan con guirnaldas y ramos verdes en honor al santo patrono de Irlanda. Los restaurantes ofrecen el famoso platillo de carne cocida con papas, repollo y mostaza, mientras que el wyski y la cerveza corren a borbotones.
Es una verdadera fiesta donde imperan las sectas religiosas de católicos (sacerdotes y monjas) los políticos, los burócratas y los uniformados: policías, bomberos y demás ramas del poder controlado por los irlandeses, incluyendo la misma Catedral de San Patricio de Nueva York, uno de los símbolos de la fe de la iglesia católica, en todo el orbe, con el cardenal Timoteo Dolan a la cabeza.
La Catedral de San Patricio
Uno de los lugares que más llama la atención encontrarse en medio de la jungla de rascacielos que es Manhattan es la Catedral de San Patricio (St. Patrick’s Cathedral), cuyo aspecto contrasta con el de los enormes edificios del Rockefeller Center.
Se trata de una catedral neogótica construida en el siglo XIX y llamada así –como se puede suponer– en honor al patrón de Irlanda. Es la catedral católica más grande de Estados Unidos y sede de la archidiócesis de Nueva York.
En su construcción el material más empleado fue el mármol blanco procedente de Massachusetts.
La catedral fue levantada para sustituir a la vieja iglesia de San Patricio, que había sido destruida por un incendio, pero finalmente esta segunda iglesia fue reconstruida y es la que actualmente conocemos como Old St. Patrick’s Cathedral (está en la zona del Soho), así que en Nueva York tenemos dos catedrales de San Patricio.
Aunque viendo los altísimos rascacielos que hoy rodean la catedral nos resulte increíble pensarlo, en su momento se construyó con la idea de que sus dos torres de 100 metros de altura dominaran el skyline neoyorkino.
¿Qué ver en la catedral de San Patricio?
- La Piedad que se encuentra en el interior ¡es tres veces mayor que la del Vaticano!
- El inmenso órgano del coro, que data de principios del XX y tiene casi 4.000 tubos, y el órgano de la Gran Galería, con casi 6.000.
- El altar de San Luis y San Miguel, diseñado por Tiffany & Co.
- En 1979 Juan Pablo II visitó la catedral y actualmente se conserva un busto conmemorativo en ella.
Referencia de la Catedral de San Patricio. https://www.nuevayork.org/que-ver/catedral-de-san-patricio/
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